¿Dónde se toman las decisiones? Las diferentes zonas del cerebro y su función.
Amígdala:
Se encarga del reconocimiento y respuesta ante estímulos amenazantes o peligrosos. Es una respuesta bastante rápida.
La amígdala forma parte del llamado cerebro profundo, ese donde priman las emociones básicas tales como la rabia o el miedo, también el instinto de supervivencia, básico sin duda para la evolución de cualquier especie. De ahí, que la amígdala, esta estructura en forma de almendra sea propia de todos los vertebrados y se halle en la profundidad de los lóbulos temporales, formando parte del sistema límbico y procesando todo lo relativo a nuestras reacciones emocionales.
En neurobiología es casi imposible asociar una sola emoción o una sola función a cualquier estructura, pero cuando hablamos de la amígdala podemos decir sin equivocarnos que es una de las más importantes asociadas al mundo de las emociones, es lo que hace por ejemplo que seamos más variables que cualquier pariente evolutivo cercano, ella la responsable de que podamos escapar de situaciones de riesgo o peligro, pero ella también la que nos obliga a recordar nuestros traumas infantiles, y todo aquello que nos ha hecho sufrir en algún momento.
Núcleo accumbens:
Es el sistema de recompensa del cerebro. Nos lleva a buscar actividades placenteras (y evitar las que no lo son). La respuesta es bastante inmediata.
El núcleo accumbens recibe aferencias de múltiples centros cerebrales asociados con la manifestación de emociones (amígdala e hipotálamo) y con la memoria tanto emocional (amígdala) como procedimental y declarativa (hipocampo), además de aferencias dopaminérgicas del área tegmental ventral y de la sustancia negra y de información motora desde las áreas motoras de la corteza. Esto lo convierte en una importante pieza del engranaje del aprendizaje de comportamientos positivos y negativos: por así decirlo, coordina el estado emocional del cuerpo con la conducta desplegada y se ocupa de procurar de preservar las conductas que han generado un estado positivo.
El sistema mesolímbico, a través del núcleo accumbens, proyecta sus axones hacia ciertos núcleos basales. Estos núcleos basales son, entre otras cosas, pequeñas “centrales de memoria y coordinación motriz” que te permiten aprender y desplegar conductas relativamente complejas sin que tengas que estar pensando en cómo se ejecutan. También el núcleo accumbens mantiene conexiones con la corteza prefrontal, que a su vez mantiene conexiones con la corteza motora.
Córtex prefrontal:
La corteza prefrontal es un lugar de asociación cortical de importantes funciones de mediación de la conducta: regulación de la atención y elaboración de planes conductuales.
Permite que evaluemos y controlemos nuestros deseos instintivos basándonos en la experiencia y el contexto. Puede controlar la activación de la amígdala, modulando la respuesta emocional y también puede evaluar la activación del núcleo accumbens ponderando el peso de la ganancia. Inhibe la conducta impulsiva y es el encargado del razonamiento, de sopesar el peligro real de la situación, las consecuencias a corto y largo plazo, los beneficios potenciales, etc…
La corteza prefrontal del cerebro permite o inhibe la realización de comportamientos selectivos, que surgen como respuesta a la hora de decidir cómo enfrentarnos ante una determinada situación.
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